HISTORIA DE LA HISTOLOGÍA
¿QUÉ ES LA HISTOLOGÍA HUMANA?
La histología humana es la ciencia encargada del estudio
de los tejidos humanos y se identifica a veces con lo que se ha
llamado anatomía microscópica porque su estudio va más allá
de los tejidos, por ello se relaciona con otras ciencias como la
citología, bioquímica y genética. El desarrollo de la histología
como ciencia data desde el siglo V a. C., cuando los filósofos
describían empíricamente la conformación corporal de líquidos
y humores. Años después el despliegue de la anatomía como
ciencia y la invención del microscopio permitieron que se desarrolle
el estudio microscópico, lo que llevó a avances importantes
en la histología. Actualmente la histología como ciencia es
necesaria para el entendimiento de las funciones normales del
organismo, por lo tanto es una pieza primordial en los planes de
estudio de las carreras de las Ciencias de la Salud.
RESEÑA HISTÓRICA
ETAPA PRE-MICROSCÓPICA
Los datos relacionados al estudio de la histología humana
se reúnen desde épocas antes de Cristo cuando el griego
Empédocles de Agriegento (495-430 a. C.) filósofo y político,
describía empíricamente que el cuerpo humano estaba formado
por cuatro elementos; agua, aire, tierra y fuego.
Más adelante Hipócrates de Cos (460 - 370 a. C.) médico de la Antigua Grecia considerado el “padre de la medicina” postuló la teoría de los humores que explicaba que el organismo estaba compuesto por 4 humores (humor negro, amarillo, sangre y bilis) y que un desequilibrio entre ellos llevaba a padecer enfermedades por lo que sus tratamientos iban orientados a mantenerlos en equilibrio.
Durante todo este tiempo la ciencia siempre tuvo comportamiento experimental y los avances se iban desarrollando lentamente, hasta que Andrés Vesalio (1514 – 1564), belga, anatomista, comenzó sus estudios en medicina y bajo la dirección de Jacobus Sylvius y de Jean Ferne repasó las Teorías de Galeno. Vesalio, apoyándose en sus propias observaciones, publicó una corrección de las Opera omnia de Galeno, y comenzó́ a escribir su propio texto de anatomía. En 1543, ya estaba redactado su conocido “De humani corporis fabrica libri septem” (Sobre la estructura del cuerpo humano) el primer tratado moderno de anatomía, tanto por su claridad como por el rigor expositivo de sus contenidos y uno de los libros más influyentes sobre anatomía humana.
Más adelante Hipócrates de Cos (460 - 370 a. C.) médico de la Antigua Grecia considerado el “padre de la medicina” postuló la teoría de los humores que explicaba que el organismo estaba compuesto por 4 humores (humor negro, amarillo, sangre y bilis) y que un desequilibrio entre ellos llevaba a padecer enfermedades por lo que sus tratamientos iban orientados a mantenerlos en equilibrio.
Durante todo este tiempo la ciencia siempre tuvo comportamiento experimental y los avances se iban desarrollando lentamente, hasta que Andrés Vesalio (1514 – 1564), belga, anatomista, comenzó sus estudios en medicina y bajo la dirección de Jacobus Sylvius y de Jean Ferne repasó las Teorías de Galeno. Vesalio, apoyándose en sus propias observaciones, publicó una corrección de las Opera omnia de Galeno, y comenzó́ a escribir su propio texto de anatomía. En 1543, ya estaba redactado su conocido “De humani corporis fabrica libri septem” (Sobre la estructura del cuerpo humano) el primer tratado moderno de anatomía, tanto por su claridad como por el rigor expositivo de sus contenidos y uno de los libros más influyentes sobre anatomía humana.
ETAPA MICROSCÓPICA
Los holandeses Zaccharias Janssen (1587–1638) y Hans
Janssen (1534-1592), colocaron múltiples lentes en un tubo
creando así el microscopio simple y observaron la magnificación
de las imágenes.
El uso de lente se fue extendiendo a otros países y fueron utilizados para continuar los estudios microscópicos
indicando que los descubrimientos histológicos estaban
por venir.
Galileo Galilei en 1612 había usado lentes para
crear telescopios y observar el cielo, pero no sobresalió por sus
estudios microscópicos.
El anatomista, histólogo, fisiólogo y biólogo italiano, Marcello
Malpighi (1628-1694) comenzó a utilizar microscopios en
la Academia del Cimento, Florencia, lo que lo llevó a realizar
muchos estudios y a enseñar anatomía microscópica. En 1661
realizó uno de sus más grandes descubrimientos al encontrar
las conexiones de capilares arteriales y venosos pulmonares
a los que describe como “tubos” y explica cómo la oxigenación
ocurría en los vasos sanguíneos, confirmando la teoría de William
Harvey.
Otros descubrimientos que realizó fueron los
corpúsculos gustativos formados por “Sáculos” (nombre de las
futuras células) y su conexión nerviosa. En 1665 concluye que
el cerebro tiene función glandular, tambien habló del órgano externo
del tacto. En 1666 fue el primero en ver glóbulos rojos y
atribuirles el color de la sangre a ellos, también notó diferencias
entre la sangre que salía del ventrículo derecho y del ventrículo
izquierdo. Malpighi describe claramente la estructura del riñón y
sugirió su función como productor de la orina. Identificó el bazo
como un órgano, no como una glándula. También demostró que
la bilis no se producía en la vesícula biliar sino que en el hígado
y estudió los dermatoglifos, demostrando las capas de la epidermis
denominadas estrato Malpighiano y el aparato reticular.
Por todos los hallazgos atribuidos a Marcello Malpighi se considera
el “Padre de la Histología” y los hallazgos que protagonizó
son motivo de estudio en nuestros tiempos.
Mientras Malpighi realizaba sus estudios en Italia, el científico
inglés Robert Hooke (1635-1703) también hacía observaciones
y publica su obra “Micrographía” que es el relato de 57
observaciones microscópicas de minerales, vegetales y animales.
Cuando observó y describió un corte de corcho vió unos espacios
a los que denominó “Celdas o células” y acuñó el término
de célula, desde entonces utilizado. Más tarde el científico y comerciante holandés Anton
van Leeuwenhoek (1632-1723) fabricó microscopios propios
con poder de hasta 500x de amplificación, muy simple pero
mejoró su diseño.
Con sus microscopios Leeuwenhoek observó
diversas células eucariotas (como protozoos, nemátodos
y espermatozoides) y células procariotas (como las bacterias).
Leeuwenhoek y otro observador holandés, Nicholas Hartsoeker
(1656-1725) eran ‘animaculistas’ y describieron a los espermatozoides
conteniendo a humanos perfectamente formados pero
que igualmente necesitaban penetrar el huevo para su maduración.
Leeuwenhoek también estudió la epidermis, el pelo, las uñas, los dientes, la estructura muscular y las estriaciones, la estructura interna del cristalino, como también el nervio óptico.
Años después aparece el biólogo, anatomista y fisiólogo francés Marie François Xavier Bichat (1771-1802) que presentó trabajos experimentales con órganos corporales a los que sometió a múltiples manipulaciones físicas y químicas; por ejemplo las cocciones de músculos que hacían que se separaran las fibras musculares, por lo que asumió que eran unidades estructurales a lo que denominó “tejido” sin necesidad de usar un microscopio, así mismo generó estímulos eléctricos al tejido cardiaco y estimuló su contracción.
Leeuwenhoek también estudió la epidermis, el pelo, las uñas, los dientes, la estructura muscular y las estriaciones, la estructura interna del cristalino, como también el nervio óptico.
Años después aparece el biólogo, anatomista y fisiólogo francés Marie François Xavier Bichat (1771-1802) que presentó trabajos experimentales con órganos corporales a los que sometió a múltiples manipulaciones físicas y químicas; por ejemplo las cocciones de músculos que hacían que se separaran las fibras musculares, por lo que asumió que eran unidades estructurales a lo que denominó “tejido” sin necesidad de usar un microscopio, así mismo generó estímulos eléctricos al tejido cardiaco y estimuló su contracción.
El término tejido ya había
sido aceptado por el sucesor de Andres Vesalio, el científico
Gabriel Falopio, pero Bichat pudo clasificar los tejidos de tal
forma que logro incluir 21 tipos sin que se haya
concretado el término histología. Los aportes de Bichat no se
quedan únicamente en histología, sino que también reconoció
que la enfermedades son el resultado de características microscópicas
identificables en los tejidos y cambió el concepto de que
las enfermedades eran puramente de órganos.
Por todos sus
aportes se considera el fundador de la histología moderna.
Aunque la existencia de las células se conoció desde finales
del siglo XVII hasta más de 100 años después, no se llegó a
la convención de que la célula era la unidad fundamental de los
seres vivos. Henri Dutrochet (en 1824), Johannes Peter Müller
(en 1835) y Pierre Jean François Turpin (en 1826) dieron pasos
muy decisivos para la llegada de la teoría celular al caer en
cuenta de que la estructura microscópica de determinados organismos
vegetales y animales era muy similar, incluso Turpin
entendió la célula como un ser vivo, con autonomía propia, que
asociado a otras células formaban el cuerpo humano.
En Berlín, Alemania, en 1838, el fisiólogo y anatomista
prusiano Friedrich Theodor Schwann (1810-1882), junto a su
amigo botánico alemán Matthias Schleiden (1804 – 1881)11 trabajaron
en la Universidad de Jena y publicaron un artículo que
describía la estructura y el origen de las plantas y más tarde
Schwann concluyó que la misma explicación podía extenderse
a los animales.
En sus obras también se establecieron relaciones
y diferencias entre la flora y la fauna. Schwann propuso
entonces que los animales (y las plantas) están formadas por
células más las secreciones de las mismas, también expuso
que las células tienen una vida independiente y que están sujetas
a la vida de los organismos. También mostró en sus estudios
la digestión gástrica al descubrir la pepsina, así como la fermentación
y las fibras nerviosas en las que encontró las vainas de
Schwann. Las investigaciones anteriores ayudaron a crear los
primeros dos postulados de la teoría celular que dicen:
1) La célula es la unidad estructural de los organismos.
2) La célula
es la unidad funcional de los organismos.
En cuanto a origen de
las células, Schwann propuso algo similar a lo que Schleiden
definió: el origen de las células a partir de una masa desestructurada
llamada “citoblastema” mediante un mecanismo similar
a la formación de los cristales. Con el tiempo se demostró que
esta propuesta era errónea y después sería replanteada.
La
teoría celular surgió como una cadena de observaciones y se
convirtió en una serie de inferencias que posteriormente fueron
objeto de investigación y experimentación que luego impulsaron
el desarrollo de las ciencias biomédicas.
En 1831 Robert Brown (1773-1857) médico, cirujano y botánico escocés publicó un artículo que describe un corpúsculo intracelular al que denominó y asignó el término areola o núcleo en las células eucariotas, aunque Franz Bauer en 1804 logró describirlo brevemente pero no acuñó su demarcación.
En 1831 Robert Brown (1773-1857) médico, cirujano y botánico escocés publicó un artículo que describe un corpúsculo intracelular al que denominó y asignó el término areola o núcleo en las células eucariotas, aunque Franz Bauer en 1804 logró describirlo brevemente pero no acuñó su demarcación.
En 1838 Jan Evangelista Purkinje (1787-1869) anatomista,
fisiólogo y botánico checo, se acercó hacia la generación final
de que las células eran elementos fundamentales de todos los
seres vivos.
En sus estudios además de describir a las células
de Purkinje del cerebelo, investigó la estructura neuronal
describiendo por primera vez las dendritas (aunque hay datos
que ya habían sido identificadas por Valentine y sus múltiples
descubrimientos en tejidos nerviosos, así como las relaciones
morfofuncionales neuronales, la actividad sensorial de ojo,
oído, piel, vértigo y postura. Además fue quien acuñó el término
“protoplasma” por primera vez cuando hacía sus estudios en
tejido neuronal. Junto a su equipo en el Instituto de Mecánica
construyeron el primer micrótomo deslizante en 1841.
El médico y político alemán Rudolf Virchow (1821 – 1902) en 1850 con su publicación “Ommis cellula e cellula” postuló que todas las células provienen de otras células, contribuyó al tercer enunciado de la teoría celular y sustituyó la teoría de Schwann de la procedencia de citoblastema.16 También demostró que toda enfermedad tiene su origen celular.
Otros de sus descubrimientos fueron que el músculo y el hueso estaban formados por células, que los tejidos conectivos estaban combinados con tejido neuronal procedente de la médula espinal y del cerebro, y desarrolló la clasificación básica del tejido celular.
El médico y político alemán Rudolf Virchow (1821 – 1902) en 1850 con su publicación “Ommis cellula e cellula” postuló que todas las células provienen de otras células, contribuyó al tercer enunciado de la teoría celular y sustituyó la teoría de Schwann de la procedencia de citoblastema.16 También demostró que toda enfermedad tiene su origen celular.
Otros de sus descubrimientos fueron que el músculo y el hueso estaban formados por células, que los tejidos conectivos estaban combinados con tejido neuronal procedente de la médula espinal y del cerebro, y desarrolló la clasificación básica del tejido celular.
Por todos
los descubrimientos relacionados al área de la histología y patología,
es considerado el “padre de la patología moderna”.
En los años subsiguientes las investigaciones eran mayores y la
aceptación era casi generalizada. A pesar del éxito en el ámbito
científico, la teoría celular se fue incorporando poco a poco a
la enseñanza universitaria y su desarrollo se aceleró durante
el siglo XIX.
En 1857, el anatomista, embriólogo, fisiólogo y zoólogo
Rudolf Von Kölliker descubrió componentes granulares del citoplasma
encontrados entre las miofibrillas del músculo estriado
y en 1890 Richard Altman propuso que se trataba de parásitos
intracelulares. Ocho años más tarde, Carl Benda acuñó el término
mitocondria.
En 1883, J. Jacobson propuso el uso de ácido crómico
para tratar las piezas que iban a ser observadas, con el objeto
de endurecerlas y poder observarlas por microscopía, lo que favoreció a los estudios en histología. Esta técnica fue
considerada la primera fijación histológica. Posteriormente se
desarrollaron más técnicas de fijación y procedimientos de las
muestras histológicas hasta que el doctor F. Blum en 1893,
mientras estudiaba las propiedades antisépticas del formaldehído
se dió cuenta de la capacidad de preservación tisular del
mismo.
Otros descubrimientos sobre las técnicas histológicas
se vinieron dando paulatinamente; la parafina se usó por primera
vez por Klebs, que buscaba un soporte de la pieza durante
el corte, mientras que las coloraciones se fueron descubriendo
lentamente por muchos científicos, entre ellos Felice Fontana,
Ramon y Cajal, Weissman.
El científico Paul Langerhans (1847-1888) fue un patólogo, fisiólogo y biólogo alemán, que se encargó de hacer más estudios histológicos, siempre lo asociamos al descubrimiento del islote pancreático que lleva su nombre, pero fueron numerosas sus contribuciones a la medicina y especialmente a la histología ya que trabajó con su mentor, Rudolf Virchow. Él utilizó la técnica de tinción de cloruro de oro en 1868 para describir nuevas células de la piel, sin embargo, su función queda desconocido para él (desde entonces llamadas células de Langerhans).
El científico Paul Langerhans (1847-1888) fue un patólogo, fisiólogo y biólogo alemán, que se encargó de hacer más estudios histológicos, siempre lo asociamos al descubrimiento del islote pancreático que lleva su nombre, pero fueron numerosas sus contribuciones a la medicina y especialmente a la histología ya que trabajó con su mentor, Rudolf Virchow. Él utilizó la técnica de tinción de cloruro de oro en 1868 para describir nuevas células de la piel, sin embargo, su función queda desconocido para él (desde entonces llamadas células de Langerhans).
También hizo estudios importantes en el sistema de macrófagos,
sistema retículo endotelial, sistema excretor pancreático y
en la descripción del estrato de Langerhans de la piel (estrato
granuloso).
Los misterios de la reproducción sexual hacían parte de
los temas de debate en el mundo académico de las Universidades
en general. Se hablaba de la formación del cigoto, el
embrión y el organismo adulto hasta el final, y se fundamenta
la disputa entre el preformismo y la epigénesis. Gregor Johann
Mendel (1822-1884) fue un monje agustino católico austriaco,
que descubrió, por medio de los trabajos que llevó a cabo con
diferentes variedades del guisante o arveja (Pisum sativum),
las hoy llamadas leyes de Mendel que fueron origen a la herencia
genética.
Sus estudios fueron publicados en 1866 pero
no fueron valorados, sino más adelante hasta que aparecen
cuatro científicos considerados genetistas mendelianos: Hugo
de Vries, William Bateson, Carl Correns y Erich von Tschermak,
estos reivindicaron el trabajo de Mendel, descubriendo en estudios
diferentes e individuales las leyes mendelianas.Todos
los descubrimientos de estos científicos sentaban las bases del
estudio de la genética y citogenética que explican como iban a
ser las características genotípicas y fenotípicas de las células,
y por ende de los tejidos. La ciencia estaba repuntando a estudios
más orientados al núcleo celular.
En 1889, Hugo Vries (1848-1935), habló de los patógenos
(actualmente genes), esto fundamentado en lo que Mendel
había explicado, y puntualizó diciendo que eran las unidades
intracelulares que determinaban el carácter hereditario de las
células y que al verse afectado generan mutaciones, formulando
así la teoría del mutacionismo. Por todos estos hallazgos
el científico Hugo Vries es considerado el padre de la citogenética. Por su parte el científico August Weismann argumentaba
en contra de la herencia de Vries, pero sostuvo que los cambios
o condiciones externas actúan en el desarrollo celular y causan variaciones en el material genético. También habló de la
teoría sobre la herencia basada en la inmortalidad del plasma
germinal: unión del esperma y del óvulo. Argumentaba que el
plasma germinal está constituido por la anfimixis (fusión de los
pronúcleos sexuales) y establece una fundamental continuidad
que no se interrumpe a través de las generaciones.
Con
todos estos se refuerza la teoría celular y ahora se sabía que
la célula contenía el material genético. Walther Flemming (1843-
1905) médico alemán, fue uno de los fundadores del estudio de
la citogenética. Usó colorantes de anilina y consiguió encontrar
una estructura que absorbía fuertemente los tintes basófilos, lo
que denominó “cromatina”. También investigó el proceso de división
celular y la distribución de cromosomas en el núcleo hermano,
proceso al que llamó “mitosis”. Desconoció por completo
el trabajo de Mendel por lo que no relaciona sus trabajos, pero
sus hallazgos redescubrieron las leyes de Mendel. El descubrimiento
de la mitosis y los cromosomas se considera uno de
los descubrimientos más importantes en todos los tiempos. Con
esto Flemming por primera vez creó la hipótesis de: “los núcleos
celulares provenían de otro núcleo anterior”.
El ámbito de las neurociencias había despertado con los
descubrimientos de Jan Purkinje. El médico y citólogo italiano
Camillo Golgi (1843-1926), se interesó por el estudio del tejido
y de las funciones nerviosas por lo que comenzó a visualizar
cortes histológicos teñidos mediante cromato de plata, proceso
de tinción que publicó en 1873.
Con esta tinción pudo evidenciar
las formaciones neuronales y las conexiones dendríticas.
Fue en 1876 que observó una serie de sistemas internos que
se teñían claramente, a las que se identificaron desde entonces
como Aparato de Golgi. También determinó tipos neuronales de
la corteza cerebral y cerebelosa. Con estos descubrimientos el
médico español Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) continúa
investigando hasta desarrollar la teoría neuronal o lo que es
llamado “neuronismo”.
La “teoría reticular” postulada en 1863
por Joseph von Gerlach era la más vigente hasta la configuración
de la doctrina neuronal del Cajal.
De esta forma Camillo
Golgi y Santiago Ramón y Cajal recibieron un Premio Nobel el
año de 1906 por el descubrimiento de la teoría del neuronismo.
En este entonces las investigaciones continuaron hasta que la
tecnología dio pasos avanzados con la creación de nuevas ciencias
aplicadas.
ETAPA POST-MICROSCÓPICA
La etapa post-microscópica se caracteriza por la introducción
del microscopio electrónico en la investigación. El microscopio
electrónico creado por primera vez en la Universidad
de Berlín, Alemania en 1931 por el físico alemán Erns Ruska
(1906-1988) que utilizó electrones para la formación de imágenes, lo que permitió alcanzar perfiles hasta cinco mil veces
superiores a las de los mejores microscopios ópticos conocidos hasta la época. Por su trabajo en física y en diseños ópticos,
incluyendo el microscopio electrónico, ganó un Premio Nobel
de Física en 1986.
La evolución de este tipo de microscopio significó un importante
avance para la medicina (observación de partes de
una célula, proteínas, virus, etc.) lo que llevó a descubrir un
sin fin de estructuras microscópicas. En 1949 el citólogo y
bioquímico inglés, Christian René de Duve (1917-2013) descubrió
e investigó las funciones físicas de los lisosomas y los
peroxisomas, describiendo el proceso por el que la acción de
los lisosomas permite la introducción de algunas sustancias en
el interior del núcleo celular, esto lo llevó a ganar el Premio
Nobel de Fisiología y Medicina en 1974. En 1973 George Emil
Palade (1912 – 2008) biólogo celular nacido en Rumania, naturalizado
en Estados Unidos, usó el microscopio electrónico
para continuar estudiando la célula, comprobó la presencia de
mitocondrias, aparato de Golgi, y otros organelos celulares,
pero también pudo notar estructuras diferentes, se trataban de
microsomas formados por ácidos nucleicos. El descubrimiento
de los ribosomas se atribuye a Palade y por ello compartió
el Premio Nobel de Fisiología o Medicina con Albert Claude y
Christian de Duve.
Comentarios
Publicar un comentario